La Club-Mate y un monitor de programador, un dúo muy habitual.
Tiene tanto éxito que hasta se creó una versión cola con mate. También
los jóvenes vanguardistas la incorporaron.
Pero este no es el
único "producto de exportación". El mate, que también se popularizó de
la mano de los jesuitas, va pisando cada vez más fuerte en terrenos
inesperados. Una gaseosa a base de yerba mate que se produce en Alemania
se convirtió en la "gaseosa oficial" de los hackers, quienes la eligen
como una alternativa natural frente a otras bebidas energizantes.
Club-Mate
es una bebida sin alcohol que básicamente contiene extracto de yerba
mate, azúcar y cafeína. Producida por la cervecería Loscher en
Münchsteinach, Baviera, se la conoce como la gaseosa de los hackers y
tiene su meca en Berlín.
No es casualidad que una de las primeras cosas
que consiguió el Partido Pirata alemán cuando ganó sus primeras bancas
en 2011 fue que se vendiera su bebida favorita en la cantina del
Parlamento (una botella chica ronda los 3 euros). También es muy popular
entre jóvenes hipsters.
Esta bebida tiene una larga historia. Comenzó a producirse en 1924
en la localidad de Dietenhofen bajo el nombre de Sekt-Bronte. Su radio
de popularidad no pasaba de diez kilómetros a la redonda. Su producción
sólo se interrumpió durante la Segunda Guerra Mundial. En 1950 pasó a
llamarse Club-Mate.
Todo cambió en 1994,
cuando la cervecería Loscher compró la receta y comenzó a aumentar la
producción. Sin inversión en campañas publicitarias, la clave del éxito
fue el boca a boca. Los hackers abastecían sus casas con cajones de
botellas, y los jóvenes alternativos probaban distintos tragos
alcohólicos mezclando Club-Mate con ron, vodka o Jaegermeister en bares y
discotecas. En cada convención internacional de hackers nacían nuevos
fanáticos, que luego volvían a sus países con la novedad. Poco a poco
fue exportándose y hoy se consigue en más de treinta países, no sólo en
Europa, sino también en Canadá, Australia, EE.UU. o Sudáfrica. También
surgieron variedades, como té helado o cola con mate.
Noches
en vela. Pero ¿cuál es la razón detrás de la adopción de esta bebida
por los hackers? El principal motivo es bien pragmático: una ayuda para
las largas noches frente a la pantalla. La combinación de altas dosis de
cafeína con un bajo contenido de azúcar cierra la oferta. "En los 80,
los hackers tomaban gaseosas cola o café para tratar de mantenerse
despiertos. Club-Mate les brindó una alternativa mejor: con menos azúcar
y con cafeína natural y no sintética. Podían mantenerse despiertos
evitando el efecto nervioso o la excitación que les producían las otras
bebidas", explica Marcus Loscher, representante de la cervecería
Loscher.
Kristof Partyka es el único
distribuidor en el Reino Unido. En su oficina, mientras anota los
pedidos, nunca puede faltar un mate "original".
Una cosa no quita la
otra, y se reconoce fanático del mate en todas sus formas.
"Distribuimos a los espacios hackers más importantes en Londres y
también en eventos famosos, como el Electromagnetic Field Festival",
explica. "Club-Mate ayuda a mantenerte despierto sin engordar, algo muy
importante si tenés que pasar sentado frente a una computadora. Está
compuesto por ingredientes naturales y brinda efectos por un tiempo
prolongado", resume.
Muchos reconocen
que Club-Mate es un "gusto adquirido", algo que se refleja en el eslogan
de la marca: "¡Uno se acostumbra!". Este es el caso de Daniel Farbeck,
un estudiante alemán que se hizo fanático. "Conocí Club-Mate en el
verano de 2009. Para esa época ya era una bebida de moda en los barrios
más modernos de Berlín.
Me dijeron que necesitaría al menos dos litros
para que me gustara. Cuando cambié de ciudad para estudiar, no conseguía
por ningún lado. Al final estaba tan desesperado que encargué sesenta
botellas", recuerda. Farberk agrega que la bebida es también un símbolo
de estatus social: "Se consume mucho en los círculos de izquierda, como
una manera de enfrentarse a productos como Coca-Cola".
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