Y bien como sudamericanos que somos y amantes del mate siempre
tenemos no sólo una sino dos o tres bombillas de repuesto.
La cuestión
es saber limpiarlas bien para que se mantengan limpias y
en perfecto estado, además de la necesidad de higienizarlas como
corresponde pero sobre todo dejarlas relucientes, más aun aquellas que
son más delicadas como las de alpaca.
Las bombillas van acumulando yerba y azúcar u otro condimento que
agreguemos y así es como se tapan. Para evitar la suciedad hay que
limpiarlas tanto por dentro como por fuera. Para este procedimiento
necesitamos una cacerola, agua y por supuesto el tradicional y excelente bicarbonato de sodio.
Entonces
ante todo, se llena la cacerola con agua y se le añade unas tres
cucharadas de bicarbonato. Luego se incorpora la bombilla o las
bombillas dentro y se dejan allí hasta que el agua rompa en hervor, lo
cual demorará aproximadamente una hora. Con el paso del tiempo verán
cómo el agua se vuelve más oscura. Una vez pasada la hora se retiran las
bombillas y se las deja sobre un paño limpio hasta que se sequen solas.
Tengan en cuenta para la limpieza que la bombilla consta de muchas partes. En el caso de las bombillas de alpaca,
se las ha de limpiar con una franela limpia a la cual se le coloca
bicarbonato y se va refregando bien aun en aquellas zonas que son más
complicadas hasta que vuelvan a mostrar su brillo original.
Otra punto es que con el uso diario que le damos a la bombilla, la misma va acumulando mucho sedimento
que no se va simplemente con agua, y el sabor al tomar el mate no es
bueno. Así que para eliminar estos residuos, se utiliza un pequeño
cepillo de cerda que se vende en cualquier ferretería y así se limpia el
cuello de la bombilla con abundante agua y si es necesario se la
sumerge antes en agua y bicarbonato de sodio.
Si se toma mucho mate y varias veces al día, es conveniente limpiarlas una vez por semana
para que se mantengan higienizadas, para destaparlas, y que luzcan con
el mismo brillo que tenían cuando fueron compradas.
En caso de realizar
esta limpieza con la frecuencia mencionada, bastará realizar el mismo
procedimiento de la cacerola con agua y bicarbonato de sodio, pero sólo
dejando hervir por unos 15 minutos solamente, puesto que en una semana
no ha de acular tanta suciedad ni se vuelve opaca.
Tampoco olvidar de
pasar una aguja en los orificios para que se mantengan aireados, y de
esta manera no se acumule yerba dentro ni se tape.
Fuente: El Club del Mate
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